Pensamientos y acciones conscientes

El estilo de vida determina los hábitos que se establecen con los años, crea conexiones neuronales que se repiten de manera automática en el cerebro, las conexiones se manifiestan en comportamientos frecuentes, y en pensamientos que la mente repite al interior de cada sujeto, muchas veces sin control.

BIENESTAR EMOCIONAL

Yolanda Giraldo

3/16/20245 min read

El estilo de vida determina los hábitos que se establecen con los años, crea conexiones neuronales que se repiten de manera automática en el cerebro, las conexiones se manifiestan en comportamientos frecuentes, y en pensamientos que la mente repite al interior de cada sujeto, muchas veces sin control. La sociedad con sus ideologías, determina muchos comportamientos que las personas repiten, aunque no sean los más adecuados para ellas, esto ocurre porque los sujetos introyectan lo que viene de afuera, y algunas veces lo hacen para encajar en la sociedad, sin embargo, algunas personas logran salirse de este ciclo repetitivo y hacen uso de procesos cognitivos elaborados, que se pueden llamar consciencia, logrando cambios en sus pensamientos y acciones habituales.

La consciencia es hacer las cosas o pensarlas sabiendo que uno las está haciendo; este concepto viene de los estudios de la filosofía, que han servido de base a los nuevos abordajes desde la neurociencia, donde se considera la consciencia como una función cerebral integradora y compleja. Se habla de una consciencia primaria mediada por estructuras básicas como la formación reticular del tallo cerebral, que permite percibir los estímulos de lo que va sucediendo, en la interacción con el exterior; la consciencia de orden superior, involucra al sujeto que reconoce su propia actividad, requiere no sólo del presente consciente sino también de la relación del pasado y el futuro; es una conjunción de la memoria y otras funciones cognitivas. La conciencia superior tiene un carácter subjetivo intrínseco, que logra integrar percepciones externas con el mundo interior; involucra procesos cognitivos que unifican las experiencias.

Los procesos cognitivos superiores incluyen la mente, que genera pensamientos basados en experiencias y datos de información que vienen del exterior; la consciencia unifica información y la relaciona con la percepción de nosotros mismos, de nuestra existencia; ambas tienen un carácter biológico y funcional, pero la consciencia es un proceso cognitivo superior, porque permite reflexionar sobre los pensamientos de la mente; tiene un carácter integrador que involucra la propia subjetividad en relación con la subjetividad de otros.

Las interacciones neurofisiológicas que originan la consciencia, se componen de varias redes neuronales; la primera de estas es la red central ejecutiva, ubicada anatómicamente en el lóbulo prefrontal dorsolateral en conexión con la corteza parietal posterior; se encarga de los procesos cognitivos que permiten resolver problemas planteados por el medio externo, mediante la activación de la atención sostenida, memoria de trabajo, inhibición de respuestas innecesarias, toma de decisiones y monitoreo de las acciones. La segunda red neuronal, llamada red neuronal por defecto, ubicada en regiones de la corteza cingulada posterior, la formación hipocampal, la corteza prefrontal ventromedial, lóbulo temporal medial y áreas del parietal inferior, procesa información visoespacial y mnésica; se activa cuando se está pensando o hay un estado de reposo, se encarga de hacer integraciones entre lo cognitivo y lo emocional; esta red elabora pensamientos que permiten adelantarse a situaciones futuras, mediante la reflexión sobre las experiencias pasadas y pensamientos referidos al propio sujeto y sus acciones; se encarga de buscar conceptos e información autobiográfica en la memoria, sin necesidad de recuperar las experiencias específicas de aprendizaje; se asocia con la personalidad, la cognición social y la regulación de emociones; se observa inactivación de esta segunda red, cuando el sujeto realiza una tarea dirigida a una meta que implica interacción con el medio externo, de la que está encargada la primera red central ejecutiva. La tercera red neuronal estudiada para conocer los procesos superiores del cerebro, es la red de asignación de relevancia, situada en regiones de la corteza cingulada anterior y la corteza frontoinsular; los estímulos más relevantes son el foco de atención de esta red, y los usa posteriormente en procesos de pensamiento y conducta; actúa como un filtro de la información y la asocia con las emociones presentes al momento de la experiencia.

Se ha logrado determinar que hay redes subcorticales que llegan al tálamo e interactúan con las tres redes mencionadas; las observaciones funcionales de estas redes, se logra mediante tecnología moderna, y se hacen en el momento en que el sujeto realiza una tarea cognitiva; si la tarea demanda atención sostenida, se producen dos respuestas opuestas, la activación de un conjunto de regiones frontales y parietales, relacionadas con la red de control ejecutivo, y la desactivación de áreas cerebrales correspondientes a las red neuronal por defecto; la desconexión de redes para que predomine la una o la otra, la realiza la red de asignación de relevancia. La región frontoparietal participa en dos redes, la central ejecutiva y la red por defecto, esta particularidad la convierte en una región integradora de ambas redes y sus cambios; hay que destacar la corteza de la ínsula anterior que pertenece a la red de asignación de relevancia, por su papel primordial en la integración de procesos emocionales y cognitivos de orden superior.

La interacción de redes neuronales cerebrales, parece ser la base neurofuncional de la consciencia; se dice que el nodo primario de esta red funcional está en la estructura subcortical del tálamo, un sitio de relevo en el cerebro, que interconecta el tallo cerebral y las diferentes cortezas. La activación constante de redes, produce una oscilación de energía química que se expande y recorre desde la corteza frontal hasta la corteza occipital, cada cierto periodo, medido en milésimas de segundo; la interconexión neuronal unifica las experiencias polisensoriales externas, dando al sujeto la sensación de continuidad y de unidad del mundo externo; mediante la misma energía química se integra la observación del propio ser, un ejercicio neurofuncional de consciencia que requiere focalizar la atención en sí mismo.

La reflexión sobre lo que experimenta el sujeto, es una manera de acceder a la consciencia, fomenta el autoconocimiento, mejora el pensamiento crítico frente a lo que se percibe como realidad externa, permite la toma de decisiones para influir sobre la mente, que a su vez determina los comportamientos. Enfocarse, permite ver de otra manera, los pensamientos y comportamientos que generan sensación de pérdida de control sobre sí mismo, por ejemplo, los malos hábitos o la imposibilidad de desligarse de redes sociales y aparatos electrónicos. La reflexión busca asegurar el ejercicio de la libertad para elegir lo mejor para sí mismo, sin olvidar que los hábitos previos tienden a regresar porque las experiencias previas y paradigmas aprendidos de los otros, son factores mediadores entre la mente y el cuerpo, y determinan muchos aspectos del sujeto. Se requiere un trabajo permanente en busca del mejoramiento; si no hay activación continua de la consciencia sobre todas las influencias externas, los comportamientos y pensamientos seguirán fuera de control, y harán que el sujeto viva una vida que no parece ser la que desea.

Bibliografía

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